Thursday, May 31, 2018

Palaa nape kiika cha'palaa diccionario cha'palachi - español


A MANERA DE PRÓLOGO

Samuel sostenía, que el origen del pueblo chachi, se pierde en Pueblo
Viejo, aunque los mayores hablan de Quito y de Ibarra, de iglesias y
de curas, eso es antes de Pueblo Viejo, no sabemos a ciencia cierta qué
hacían nuestros antepasados, cuáles eran sus fuerzas y sus oraciones,
el espacio se ha perdido en el tiempo, “solo tenemos el recuerdo del
olvido” por lo que se ha convertido en un reto encontrar a Pueblo Viejo.



Igual pasa con el idioma, no sabemos con precisión cuál es nuestro
origen, peró lo que sí podemos decir es que fuimos creando nuestra
propia forma de comunicarnos, no nos llegó el quichua como el idioma
de comunicación entre indios y españoles colonizadores y cuando
fuimos catequizados nuestras palabras eran lo suficientemente fuertes
para resistir el embate de las palabras que albergaban nuevos dioses,
dominación y sufrimiento y eso es lo que nos queda aún, palabras con
historia propia.

No podemos llegar a la tierra de origen, los espíritus se alejan y otros
se han ido, los mirukus que son los encargados de relacionamos con los
espíritus quedan pocos y sin ellos no se presentan, van desapareciendo,
ya no hay quien les llame y a pesar de eso su recuerdo nos guía y su guía
nos forma, y con eso vamos tejiendo nuestra historia, más allá de lo que
ahora somos; la palabra nos permite vivir con el pasado para resistir y
no olvidar lo que somos y de dónde venimos.

Pueblo Viejo, carece de espacio y ubicación espacial, tiene contenido
de origen, fundamentado en el recuerdo histórico y sostenido en el
lenguaje, es lo que permite su permanencia.

De acuerdo a los mitos, Ibarra y Quito, se contextualizan en períodos
anteriores a la percepción de vida de Pueblo Viejo, pero carecen de
representación, no constituyen referencias de origen, están sin estar, lo
que no sucede con Pueblo Viejo, que no se encuentra pero está, es el
escenario de asentamiento sin tutela a la vez de conflicto, en donde el
pueblo chachi recrea sus espíritus y con su ayuda derrota a los indios
bravos, los legendarios enemigos de los chachilla.

Pueblo Viejo, deja de ser real para transformarse en el principio de la
historia y a la vez en el referente escatológico, en el punto de llegada
para alcanzar la objetividad histórica, que se articula con la permanente
propuesta de búsqueda y encuentro, que no termina de concretarse. Se
convierte en un monólogo interior, que no se objetiviza en la acción, es
un deseo que no se materializa, por el riesgo a que el origen se esfume,
aunque en la expresión, es el espacio de producción y reproducción de
los espíritus y más que todo de formación del espíritu chachi.

El diccionario tiene como fin “decir” lo que cada palabra significa para
el pueblo chachi, el “paso” al castellano es una construcción que intenta
que el lector hispano aprenda ese sentido, por lo que en ocasiones
el lector va a encontrar que el texto tiene ciertas “incoherencias”, que
obedecen al intento de traducir “fielmente” palabras del cha’palaa en la
acepción adecuada; en este punto es importante precisar que el idioma
se crea y se recrea en entornos concretos y está dado por las evoluciones
internas y por influencias externas. El lenguaje es la síntesis de los
significados culturales.

Lo que estamos haciendo es narrarles nuestro sentir actual, que resulta
de lo dicho y del sentido de las palabras que nos dijeron nuestros padres
y a ellos los abuelos y así, hasta el origen de nuestras palabras, por eso
el diccionario es una vasta comparsa de dioses, espíritus y sueños, que
en cada tiempo fueron creados en la cotidianidad y trasladados de una
generación a otra, por lo que resulta que este libro es la acumulación
del saber de más de un pueblo, es el resultado de todas esas relaciones
que mantuvieron los “antiguos”, el lenguaje por eso es más que
comunicación, es una creación constante.

El idioma, no solo es el apretujamiento de letras para construir
palabras, es la forma cómo se expresa, es la tonalidad y acentuación
con que el pueblo chachi maneja las palabras, además es la tonalidad
y la acentuación de los grupos y de las personas que imprimen en la
comunicación. El idioma es entonces el sentir de los pueblos y de
cada uno de los individuos, es la personalidad socìal y la personalidad
particular.

Las palabras y su sentido, son el resultado de prácticas e interferencias
continuas, con más o menos incidencias, que se acumulan y conforman
nuevas ideas, pensamientos e incluso concepciones, el diablo y Jesús
como hermanos creando el mundo, sin conflictos o Jonás como parte
de la mitología chachi, ese es el proceso, en el que no solo estamos
nosotros sino el mundo. Es producto de la perseverancia de un pueblo y
la tolerancia para asumir lo distinto.

El origen de las palabras se pierde en la bruma del tiempo. Este trabajo
es una forma de hurgar en el tiempo para encontrar lo que se quedó,
lo que se está olvidando y lo que aún existe, no como un rescate, mis
bien como la presencia de una historia de un cúmulo de experiencias
y sistematizaciones, las palabras hacen que tome forma el camino
recorrido, a la vez que nos dice cómo y por qué llegamos.

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